17 de febrero de 2012

Labyrinth.

Pensar que un simple "hola" en tu bandeja de entrada te revolucionó la cabeza e incluso el corazón.
Pensaste que lo tenías todo solucionado, que estabas organizando tu vida, que todo estaba bien.

Dejá de mentirte, porque sé que lloraste al leer ese mail con dos oraciones.

Para cualquiera hubiera sido insignificante, y para vos no. Vos lo soñaste, soñaste con esas palabras, las deseaste y llegaron en una tarde donde tu vida parecía no tener un rumbo definido.


No podés, no tenés pelotas para dejar lo otro y volver con él. Tenés miedo de lastimarlo, y no sabés como decírselo. Pero te morís de ganas, nunca deseaste tanto escaparte con alguien que no fuera con él.
Nunca deseaste comprometerte más que con él. Pero él a lo largo del tiempo te fue desilusionando, secando esas flores que te regalaba y vos llorabas en brazos de tus amigos, buscando una respuesta a ese pesar..
No entendías porque el hombre de tu vida, no era lo que tu cabeza ideó.


¡Maldita cabeza soñadora!
¡Maldito corazón vengador!
¡Bendito destino!

"¿Por qué volvió?"- Te preguntás. Tenés miedo de lastimarlo. No sabés que palabras usar, pero estás feliz. Se te nota. Cantás, escribís, llorás de alegría.

Date cuenta que vas a volver a lastimar. Y no a él precisamente, sino que a otros. Fijate lo que hacés.



No permitas que la historia se vuelva a repetir.
Sé consciente de tus pasos, porque pareces perdida en ese laberinto al que llaman amor.

3 comentarios:

  1. Me gusta como escribis... ese desorden espasmodico que solo puede logar lo escrito pasionalmente

    ResponderEliminar
  2. Ou, gracias. Muy apreciable de tu parte.

    ResponderEliminar
  3. te dejo mi blog http://mermeladadeperlas.blogspot.com.ar/ ... tambien tengo algo con los laberintos

    ResponderEliminar

Voces imaginarias