28 de febrero de 2012

Carta abierta II

                                                                  Buenos Aires, 28 de febrero de 2011

Hola,

       No sé que me pasa, pero cada vez que salgo a caminar mi bendito celular cuya tecnología sólo me permite escuchar la radio, me tira canciones que me recuerdan a vos.
Pero me recuerdan detalles, cosas que podrían insignificantes para terceros, pero detalles que te hacen único.

Parezco obsesionada, pero sinceramente no puedo dejar de extrañar tantas cosas de vos. Cosas inéditas que no las tiene cualquiera, cosas que por más que intente buscar en otras personas, (personas que van apareciendo en mi vida para calmar mi soledad) no completan, no llegan a tener eso que vos tenés. Eso que te distingue del resto, que nos distinguió del resto por tantos años.

Quizás pasen muchas personas por nuestras vidas, quizás nos enamoremos, quizás amemos, nos apasionemos como lo hicimos nosotros; pero te juro que no habrá nadie que me comprenda al nivel que pudiste hacerlo vos. Quizás nadie logre introducirme a tantos mundos extraños pero maravillosos como lo hiciste vos.

Y no dejo de preguntarme, que me pasó. Porque hice esto, porque me alejé. ¿A qué le temí? ¿De qué huí? Te prometí amor eterno y en eso nunca te pienso fallar, pero la pasión se fue, se esfumó.. Desapareció y me arrepiento tanto de ello. En eso te fallé.
Espero y busco demasiado de las personas. Proyecté tanto de nosotros, soñé en voz alta y creo que eso me hizo tropezar.



Ahora no puedo recuperarte, sólo admirarte de lejos. Pensarte y recordarte en cada canción que la radio pasa cada tanto.

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