10 de febrero de 2012

Indiferencia vs. Voluntad

A veces me da la sensación de que hablo sola. Pero realmente sola.. Que deliro con mucha gente, tratando de hacerles entender mi postura con respecto a ciertas cuestiones que no sólo me conciernen a mi, sino que a todos.
¿A qué se debe tanta indiferencia? ¿O es que la gran mayoría prefiere estar en una situación límite, para realmente inmutarse, reaccionar y hacer algo por el bien común?
No sé cual es la respuesta adecuada, la cosa es que estoy cansada. Cansada. Si. Me perturba que nadie se comprometa con nada, que todos vivan "el día a día" preocupándose por pelotudeces, riéndose de tus convicciones o más bien, ignorándolas.
El conformismo al parecer es una enfermedad actual; ni hablar del quejate gratuita y abiertamente. Son dos síndromes sociales de todas las clases, e incluso no discrimina edades. No faltará mucho para que los niños terminen en la misma bolsa. Pobres inocentes.

Ojo, no hablo de política. Pensaron mal, mis lectores imaginarios. Estoy hablando de las cuestiones ambientales, que nos compete a todos, porque lamentablemente no vivimos en cápsulas en medio de la galaxia. No. Vivimos en el planeta Tierra, en un ambiente hostil gracias a nosotros. Hostil, porque la degradación de la Naturaleza está creciendo a ritmos acelerados, mucho más que la fama de David Guetta.
Pero vamos a un campo más cercano, al de la Argentina. Belleza natural tiene por doquier y qué carajo hacemos por ella? Nada. Somos pocos los que nos comprometemos, los que difundimos la lucha de activistas que dejan sus casas, sus familias para poner el pellejo por todos nosotros. ¿Y qué le devolvemos a ellos? Nada. Ni siquiera nos tomamos cinco minutos en difundir las noticias (que por cierto, son escasos los medios que tratan el tema y esos pocos, a su vez, le ponen un tinte político innecesario) que nos llegan de aquellos luchadores incanzables, que no reciben plata de nadie. Simplemente es amor lo que tienen; amor por la Naturaleza.
Nadie pide que los consideremos mártires, sino que los ayudemos, que nos ayudemos a salvaguardar algo que no sabemos si tiene el futuro asegurado.

No sé que más hacer.
Ojalá que alguien me escuche, sino seguiré luchando sola junto con tantos anónimos que andamos dando vueltas por ahí.

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