Camino por ahí pensando que no hay retorno, cuando en realidad lo que más espero es que alguien me tienda una mano al más allá.
Sentir que voy a volver a sonreír con las mismas ganas de antes, que no habrá preocupaciones ni dolor.
Ya no habrá pérdidas, sino que podré ver a todos aquellos que se fueron con el tiempo.
Ya no habrá que correr para ningún lado; nadie que te señale porque mirás para el lado contrario de los demás.
Pero algo detiene esa partida. Otra mano. Otra salida.
No creo nada de lo que me dice. Sigo caminando evitando escuchar sus palabras.. Pero cada vez suenan más fuerte y hacen que me detenga.
Quiero abrazarlo. Quiero saber quien es. Porque se interesa tanto por mi.
No responde. Sólo sigue ahí, tendiendo su mano.
Desconfío por Naturaleza, pero decido arriesgarme. ¿Qué más da si todo está perdido?
Se siente bien. Me sonríe. Lloro. Pero de felicidad..
Por no haberme desvíado del camino.
