9 de noviembre de 2010

Conexiones

-¿Lo amás?
-No; la verdad.. Todavía no. Falta mucho para eso.
-¿Por qué?
-Creo que es simple la respuesta. No puedo aún.
-Cla.. El sigue en tu cabeza. Eso no te hace bien. El debe irse de una vez por todas.
- Pero.. ¿No te parece mejor, esperar a que las cosas vayan despacio? 
Todo a su tiempo. Así es como quiero.



...


-Pero, decime:  ¿Lo seguís queriendo?
-No, ya no.
-¿Tenés miedo de volver a empezar?
-Y si...
-Te merecés ser feliz. Todos queremos verte bien. ¡Ya pasaron 3 años desde tu separación!
Date una oportunidad.
-Oportunidad.. Si vos entendieras.
- Y si vos me entendieras.



-Te quiero, hija mía.
-Te quiero, mamá.



Madre e hija rompen en llanto. Se abrazan. Y se rien de sus propias ironías en silencio.
De esos lazos que las une sin saberlo. 



"No dejes que tu pasado te impida ser feliz" - dijo él, con lágrimas en los ojos, en una noche fría de Buenos Aires.

Ambos se levantaron y compartieron un viaje en colectivo, donde sin darse cuenta, se despidieron para siempre...



El amor en todas sus magnitudes. Con extrañas conexiones de por medio.
No se sienten a averiguarlo.

2 comentarios:

  1. Perfecto el cierre.
    Y cuánta explicación ¿no? Esa continua necesidad de definir todo, de encasillar. Pero se escapa, se escapa.

    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Se escapa tanto.. que termina siendo una historia real.

    ResponderEliminar

Voces imaginarias