- ¿Pero qué te pasó? ¿Por donde anduviste?
- Nada. Recién vuelvo.. ¿De qué me perdí?
- Y.. Pasó de todo. Elecciones, caídas de aquellos países que parecían inmutables, revoluciones y la misma mierda de siempre a nivel nacional. Pero en serio, qué te pasó? Contá.
- Puf, es que viví algo maravilloso y espantoso al mismo tiempo. No sé como describirlo. Viajé, me fui a vivir sola, me re contra saturé en la facultad, me endeudé hasta las manos, fui a muchísimos recitales, conocí mundos nuevos. ¡Tantas cosas! Y acá me tenés, con un nuevo adiós en mi boca y casi lista para continuar.
- Pará, pará. Esto ya lo vivimos: "Lo del adiós, lo de seguir adelante". No me digas que...
-.. Si. Por algo estoy acá. Desperté de esa ensoñación perfecta, que sé yo.. No pude seguir allí, me engañé en estos últimos tiempos, y engañé a todos.
- Pero flaca, me estás cargando? ¿A quién engañaste? ¿Qué hiciste?
- ¡No hice nada! Lo que hice fue dejar de estar enamorada, perder esa magia que tiene el amor, lidiar con ello y ...
-.. dar un paso al costado.
Despertar de aquél sueño hermoso al cual me sumergí hace 10 meses fue volver a experimentar el dolor que es perder a una persona a quien considerás el hombre de tu vida, pero esta vez con un matiz distinto que resuena en tu cabeza sin cesar: "Si lo amas, dejalo ir".
Pero pará, esto con un agregado especial: " Si lo amas, dejalo ir para siempre".
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