Sentí por un instante que había olvidado la habilidad para expresarme... De poder contarle al mundo que me pasaba. Pero la verdad que no me ocurría nada, o en realidad me estaban ocurriendo demasiadas cosas pero no encontraba la forma de expresarlas.
"Suele pasar", diría un viejo amigo.
¿Pero qué hacer en momentos así?
Algo muy simple:
-Cerrar los ojos, pensar en algo que no tenga ninguna relación con lo que te está pasando, imaginarte situaciones divertidas con ello, volver a abrir los ojos, sonreír.
No es escapar a los problemas, sino encontrarle una vuelta más llevadera, más alegre, para poder seguir adelante.
¡Bienvenido diciembre!
No te escapes que tenemos muchas cuentas que saldar.
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Voces imaginarias