La semana pasada decidí romper un calendario. Ahora se van a preguntar, por qué?
Empecé un extraño ritual de despegarme de las fechas.. Y ahora quieren realmente saber porque.
La historia es la siguiente:
-Dependo de las fechas. Las consumo y ellas me consumen.
Vivo de los recuerdos. De los buenos y de los malos. Busco las relaciones numéricas entre los números afectados. Simplemente los adoro o los aborrezco.-
Esto se llama dependencia.
Deshacerse de eso, no implica romper un simple calendario. Porque el proceso mental es más delicado, más frágil.
Entonces qué hacer?
Simple: Confiar en Don Tiempo. Confiar en uno mismo, esencialmente.
Qué difícil escapar de la tiranía del tiempo, cuánta libertad nos hace falta.
ResponderEliminarDependencia asusta y evidencia.
saludos desde desde un no-lunes atemporal
Usaste las palabras justas, querida. Las palabras que estoy necesitando en estos momentos.
ResponderEliminarMil gracias por pasarte :)